Tal y como establece el Real Decreto: “Este real decreto pretende asegurar que la extracción y aportación de datos de facturación … se produzca sin alteraciones en los registros que contengan la información generada en la emisión de los documentos electrónicos o físicos de las facturas”.

Si en un principio la Ley 11/2021, de 9 de julio, de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal ya prohibió el uso de software que permitiera falsificar u ocultar información contable o de facturación, este nuevo reglamento establece una obligación expresa a los fabricantes y usuarios de software de facturación de asegurar que la información de facturación es inalterable una vez emitida la factura.

Para ello obliga a todas las empresas a que su software utilice elementos de seguridad tales como, el encadenamiento de datos de facturas, las huellas digitales del contenido de las mismas, el empleo de códigos QR que facilitan la captura y digitalización de la información impresa, la estandarización de formatos de los datos o el uso de firma digital.

Establece, por tanto, los requisitos que deben cumplir los sistemas informáticos de facturación utilizados por empresarios y profesionales en el ejercicio de su actividad, con el propósito de garantizar la integridad, conservación, accesibilidad, legibilidad, trazabilidad e inalterabilidad de los registros de facturación.